Más de 120 personas acudieron al palacio Fernán Núñez de Madrid

Muchos amigos, muchos, acudieron a la presentación de Ella era Islandia en Madrid. Llenaron el salón de actos del Palacio Fernán Núñez, en la Sociedad Geográfica Española. Algunos resistieron de pie la hora y media larga de la presentación. Más de ciento veinte personas, que no está nada mal. Se dijeron cosas muy interesantes por parte de los presentadores. A Kristinn Ólafsson, periodista y escritor islandés, le encantó la novela, y lo demostró haciendo un conjuro en islandés y recordando una historia de sus antepasados, que tenía mucho que ver con alguna de las que se cuentan en Ella era Islandia sobre la Saga del Búho Níveo. Y el erudito Miguel María Muñoz, presidente del Instituto de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, destacó la prodigiosa imaginación del relato, su original estructura y fácil lectura. Por mi parte, yo me centré en revelar algunas de las claves duales de la historia de amor entre Alonso y Freyja: la ubicua presencia en la novela del Búho Níveo; la presencia de Jorge Luis Borges en el relato; el simbolismo del perchero donde se cuelgan los abrigos de los inmortales, y la significación de Islandia, la tierra devastada por los volcanes y terremotos pero insumergible. Hubo algunos islandeses en el acto, entre ellos el Cónsul General de Islandia en Madrid, Francisco Javier Pérez Bustamante, entusiasmado y dispuesto a hacer gestiones para que la novela se traduzca cuanto antes al islandés. Creo que la gente disfrutó de veras y se marchó convencido de que Ella era Islandia era un libro que había que leer sin falta. Gracias a todos.